En tu beso sigo aprisionada
como ninfa feliz en su jaula,
con alpiste suficiente,
con su bebedero rebosante.
Así tu boca es fontana inagotable para mí
y en tu amoroso abrazo
gozo de la libertad de amarte,
de gozarte con mi amor libertino,
de libar tu miel para endulzarme,
y morir en mí por un segundo.
Prisionera soy de tu mirar oscilante
Que cubre toda el área de mí
Para hacerme saber que soy para ti
Por la mera coincidencia de ser en tu estar.
¿Serán suficientes tus ojos para abarcar
la cálida geografía de mi cuerpo?
con sus dunas, planicies, huecos y recovecos
sin sentir que tu aliento se corta,
y que tu boca se seca.
Tus ojos de emoción se humedecen
invitándome a medir tu piel entera,
palmo a palmo con la palma de mi mano
y moldearlo como si fuese de cera.
Que tú me dirás sin hablar,
centímetro a milímetro,
cuantas lenguas mide mi cuerpo
y cuántas caricias más necesita
para hacerlo temblar.