
Entrando por el cristal de mi ventana
Dos rayos de sol herían la sombra
Rebotando en las paredes y en la alfombra
Despertándome temprano en la mañana
Desde el campo se escuchan los rumores
De las aguas del río pasajero
Que recorre la campiña con esmero
Y va vistiendo a los árboles de flores
La mañana por fin se va alejando
Las montañas de azul están vestidas
La tarde poco a poco va llegando
El calor nos abraza, es medio día.
El manto de la noche cubre todo
El sol hace dos horas se ha ocultado
El valle en silencio ha quedado
Las aves a dormir han regresado
Mañana el sol saldrá del mismo modo.
Las aves saludando al nuevo día
Todo se volverá a llenar de vida.