Llueve, hace frío.
Y tu ausencia tan marcada
hace que no sienta nada,
aparte de un enorme vacío.
Te marchaste.
¿Cómo olvidar ese día?
Aún lloro tu partida,
y tan solo me dejaste.
Trato de ser muy fuerte,
no lo logro vida mía.
Por eso maldigo el día
en que te llevó la muerte.
Hoy me dedico a extrañarte,
¿qué otra cosa podría yo hacer?,
si eres la única mujer
que mi alma conquistaste.
No puedo más que llorarte.
¿Cómo tener resignación?
En mi mente y corazón
por siempre vas a quedarte.
Aunque de aquí hayas partido
y estés en el más allá,
pronto te voy a alcanzar
allá en el cielo, amor mío.
Puntarenas C.R.
D.R.A.