Mientras yo escribo estas líneas,
tú, bien mío miras las estrellas,
las mismas que yo…
La luna brilla tan intensamente que tengo
la impresión de observarte en ella.
¡Qué más diera!
la vida entera,
la vida misma.
Como si en el reflejo
de lo que miro ahora mismo,
quisiera redescubrirte
en cada uno de los puntos
de este firmamento,
ese firmamento
que yo quisiera
pasarlo contigo eternamente…
En cada uno de tus poros
Recorrería el mundo
como si en cada uno de ellos
encontrara una fuente
de verdadera alegría
y felicidad infinita…