Por Laura M.-
El silencio
nunca tuvo más gritos
en este ambiente.
El alma
llora gotas de rocío
para que nuevas rosas
florezcan.
Las mariposas
que antes albergaban
en el centro del cuerpo,
hoy son expulsadas
por un orificio superior
para dar alegría,
necesitan revolotear.
El silencio
retumba recuerdos
pasados maravillosos
que no volverán;
presentes tormentosos
que no terminan;
y futuros inciertos
con demasiado silencio.