Por Wilberth Oldemar Bermúdez Chavarría.-
He viajado por el mundo
visitando mil países.
He visto pueblos felices,
otros con dolor profundo.
Llegué a muy lindos parajes,
conocí gente especial.
Pude también disfrutar
de muy hermosos paisajes.
Estuve en islas preciosas,
que no soñé conocer,
pero Dios me dejó ver
el valle de las mariposas.
Un valle que está escondido
en una de tierra lejana,
la que aún no se profana,
porque aquí nunca han venido.
Es un lugar especial
por cordilleras rodeado.
Nunca nadie aquí ha llegado
ni por tierra ni por mar.
Y por cosas del azar
soy el primero que he estado.
Esto es como un paraíso
lleno de naturaleza,
el cual Dios con su grandeza
que yo conociera quiso.
Cada día al amanecer
todo se llena de vida,
qué gran bendición la mía
fue este lugar conocer.
Árboles, aves y rosas
aquí se puede observar.
Despierto puedes soñar
al disfrutar tantas cosas.
Es una obra de arte
lo que el Señor quiso crear.
Es hermoso ver volar
mariposas por todas partes.
En esta isla preciosa
yo me quisiera quedar.
Y a este lugar bautizar
“El VALLE DE LAS MARIPOSAS”